El Alfa y Omega

¡Mira, vengo pronto!
Yo soy el Alfa y la Omega,
¡El principio y el final!
Apocalipsis 22:12-13

Fr. Alberto Bravo, OFM Conv. (derecha), disfruta de la misa con fray Camillus Gott, OFM Conv. (izquierda).

Queridos amigos,

Jesús habló de sí mismo como el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el misterio de la fe contenido en su persona plenamente humana y divina.

Nuestro Señor trasciende lo literal y abruma lo lógico. Jesús mantiene unidos los opuestos en su Persona Divina, Dios y hombre, Alfa y Omega, el principio de todo lo que es y el fin, la culminación y el cumplimiento de todo lo que será.

En nuestra comunidad franciscana, unidos en Cristo, los frailes mantienen unida la tensión de “Alfa y Omega”. Como frailes individuales, mantenemos unida la realidad de nuestro comienzo y nuestro próximo final. Y, sin embargo, nuestras vidas individuales están atrapadas en el carisma franciscano de 800 años y tradición. El Alfa y la Omega representan una realidad más profunda de nuestras vocaciones religiosas.

A medida que muchos de nuestros hermanos envejecen y se acercan a los momentos “Omega” de sus vidas, se acercan al final de sus décadas de fiel servicio y necesitan atención especializada y tratamiento médico. En el otro extremo del espectro, los jóvenes se unen a nuestra comunidad y comienzan sus vidas de ministerio, oración y servicio, momentos “Alfa” en sus caminos de fe.

Hoy tenemos cinco hombres en diferentes etapas de su educación en el seminario y formación franciscana. También tenemos tres hombres, dos en nuestro programa de postulantado en Chicago y otro hombre haciendo su postulantado en Mount Saint Francis Friary en el sur de Indiana. El postulantado es el año inicial de discernimiento para ver si Dios está llamando al individuo al estilo de vida franciscano. Lamentablemente, el número de frailes mayores supera el número de jóvenes que siguen sus fieles pasos. Hoy, 26 de nuestros hermanos han cumplido 75 años o más. Juntos, representan casi 2000 años de ministerio y compromiso religioso.

Estamos pidiendo su generoso apoyo a nuestra Campaña Alfa y Omega. 

Por un lado, para ayudarnos a cubrir el costo anual de formación, educación, alojamiento y comida, y vivienda de cada candidato y fraile joven, un costo de aproximadamente $58,000 anuales por joven. Y por otro lado, el cuidado de nuestros socios mayores es la partida más importante de nuestro presupuesto provincial anual, más de $1.100.000. Eso se reduce a más de $43,000 por fraile. ¿Nos ayudas a cuidarlos?

PD Gracias por leer mi apelación y considerar nuestras necesidades. Si ya ha donado, gracias.

Nuestros frailes mayores, en sus años “Omega”, se unen a nuestros frailes más jóvenes, en sus años “Alfa”, para agradecer a Dios por ustedes y su apoyo fiel e impactante.

 

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