Ayer conmemoramos el paso a la Vida Celestial de nuestro Seráfico Padre y Hermano, San Francisco de Asís.
Hace más de 800 años, escuchó el llamado de Dios y comenzó su camino con Cristo. Sin saber a dónde lo llevaría el camino, pero sostenido por su fe, Francisco creció hasta convertirse en la misma semejanza de Cristo. El 3 de octubre de 1226 completó su viaje terrenal.
Como frailes franciscanos conventuales seguimos sus pasos.
¡Que el Señor nos inspire a todos en nuestra vida evangélica!