Siguiendo el ejemplo de Jesús, San Francisco de Asís desarrolló una profunda relación con Dios entregándose a la oración durante el día.

Hoy, esa tradición continúa en capillas, conventos y conventos en todo el mundo. Los miembros de la familia franciscana se reúnen para orar por su vida consagrada, sus ministerios y los queridos amigos de los frailes que apoyan su trabajo y vida de servicio con la generosidad de sus dones y talentos.

Estamos agradecidos de tener la oportunidad de orar por usted, sus seres queridos y sus intenciones.

Sus intenciones serán colocadas en el Altar de San Antonio.
Los frailes rezarán diariamente por vuestras intenciones.