YAFRAM

Los fundadores de YAFraM son todos frailes franciscanos que se han comprometido a vivir una vida al estilo de San Francisco de Asís. San Francisco de Asís nació en 1182 en una familia adinerada en Asís, Italia. Durante su juventud, vivió la vida en exceso, comprando artículos caros y saliendo de fiesta con frecuencia. Era un líder natural y muchos de sus compañeros lo siguieron en sus caminos salvajes. San Francisco anhelaba gloria y prestigio. Cuando Asís declaró la guerra a Perugia, se le dio la oportunidad de luchar y, con suerte, ganar fama. Sin embargo, fue capturado y permaneció prisionero de guerra durante un año.

Viviendo con incertidumbre económica, bombardeados por bits y bytes de información, presionados por sus pares y las expectativas de los demás, los adultos jóvenes de hoy enfrentan desafíos inimaginables para las generaciones anteriores. Al estrés se suma la incapacidad de escapar, ya sea debido a las exigencias laborales o simplemente por el miedo a no estar en sintonía con los demás. No hay lugar para estar en silencio, ni espacio para reflexionar, ni tiempo para procesar todo lo que está sucediendo. No es de extrañar que las cuestiones de fe hayan caído al final de la lista de prioridades de muchos Millennials. La invitación de Jesús a sus discípulos nunca ha sido más necesaria ni más bienvenida. YAFraM, Ministerio Franciscano de Jóvenes Adultos, extiende esa invitación a los adultos jóvenes, sin importar a qué tradición de fe particular pertenezcan o dónde se encuentren en su camino de fe. Este ministerio ofrece la oportunidad de considerar cómo la fe, particularmente la fe cristiana que sigue el camino de San Francisco de Asís, puede ayudar a dar sentido a un mundo a menudo confuso.

Los Frailes creen que esto comienza con el desarrollo de las relaciones interpersonales. En un mundo de chat, mensajes de texto y tweets en Facebook, esta comunicación interpersonal puede tener un gran impacto. Al construir una verdadera relación con los adultos jóvenes, los frailes pueden comprender los desafíos que enfrenta este grupo de edad y pueden ofrecer nuevas perspectivas de la vida. Abren un mundo de oportunidades al invitar a jóvenes adultos a venir a retiros, a servir a los pobres o a participar en el Sacramento de la Misa. De esta manera, los frailes están construyendo una comunidad de fe, una persona a la vez, y revitalizando una generación que anhela la paz en este mundo acelerado.

 

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