
Posada Guadalupe es un albergue para inmigrantes cuya misión está inspirada en Mateo 25: “Era forastero, y me acogisteis”. La historia del ministerio comenzó en la década de 1980 cuando una valiente mujer abrió su hogar, brindando alimento y albergue, a los centroamericanos que venían a Estados Unidos en busca de refugio de las guerras civiles en sus respectivos países. La mayoría de ellos eran hombres jóvenes que emigraron a los Estados Unidos cuando eran niños y envejecieron fuera de la atención estatal, sin ningún otro lugar a donde ir.
En octubre de 2006, Fray Felipe Ley de la Orden de los Frailes Menores Conventuales, con su vasta experiencia en misiones en México, Honduras y El Salvador, reavivó las llamas de Posada Guadalupe. Asumió la dirección del ministerio, encontró una nueva casa para alquilar y nuevamente abrió sus puertas a otros necesitados. Lo esencial que ofrece Posada Guadalupe es la hospitalidad franciscana. Primero, nos aseguramos de que nuestros residentes tengan un lugar para dormir, que estén alimentados. Evitamos que se queden sin hogar y sigan el camino correcto brindándoles alimentos, refugio y servicios sociales. Más allá de eso, los ayudamos a inscribirse en la escuela secundaria, obtener su GED y encontrar trabajo. Si bien todas estas son necesidades, lo más importante es que lo que ofrecemos es la dignidad humana. La mayoría de estos niños provienen no solo de la pobreza extrema sino también de la violencia extrema. Muchos provienen de Guatemala, Honduras y El Salvador, donde las pandillas controlan vastas zonas del país. Fray Phil, que ha vivido en América Central durante siete años, ha visto la violencia de primera mano. Ha visto asesinar a personas, ha asesinado a amigos y él mismo ha sido tomado como rehén mientras vivía allí.
Posada Guadalupe impacta ofreciendo esperanza a su gente, gente en pobreza, gente con dolor. Si bien no siempre podemos cambiar su situación, podemos acompañarlos. Podemos verlos y reconocer que pertenecen.
Nuestra esperanza es que eventualmente obtengan estatus legal. Solían obtener una tarjeta verde en seis meses, y ahora toma más de tres años. Les ofrecemos un lugar para establecerse, y las estadías pueden variar desde varios meses hasta varios años. Nuestra esperanza es que se establezcan aquí, se mantengan a sí mismos y mantengan a sus familias. Posada Guadalupe ha atendido a varios cientos de residentes durante los últimos 14 años. Si está interesado en apoyar este ministerio, haga una donación por correo o en nuestro sitio web www.franciscansusa.org y háganos saber que es para Posada Guadalupe.