Del Mensaje del Papa para la Cuaresma 2014:
Que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta a dar testimonio, a todos los que viven en miseria material, moral y espiritual, del mensaje evangélico del amor misericordioso de Dios nuestro Padre, que está dispuesto a abrazar a todos en Cristo. Podemos hacerlo en la medida en que imitemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La Cuaresma es un tiempo propicio para la abnegación; Haríamos bien en preguntarnos a qué podemos renunciar para ayudar y enriquecer a otros con nuestra propia pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: ninguna abnegación es real sin esta dimensión de la penitencia. Desconfío de una organización benéfica que no cuesta nada y no hace daño.
Que el Espíritu Santo, por quien somos 'como pobres, pero enriquecemos a muchos; "como si no tuviéramos nada y lo poseyéramos todo", nos sostengan en nuestras resoluciones y aumenten nuestra preocupación y responsabilidad por la miseria humana, para que seamos misericordiosos y actuemos con misericordia. Al expresar esta esperanza, oro también para que cada miembro de los fieles y cada comunidad de la Iglesia emprenda un fructífero camino cuaresmal. Les pido a todos que oren por mí. Que el Señor los bendiga y Nuestra Señora los mantenga a salvo.