Dos Doctores de la Iglesia
por fray Wayne Hellmann, OFM Conv.
¿En sus primeras imágenes artísticas, sabías que San Antonio (muerto en 1231) se presenta sosteniendo un libro de los Evangelios? (No se veía al niño Jesús.) ¿Sabías que las primeras imágenes de San Buenaventura (muerto en 1274) lo representan con un bastón, una mitra de obispo y un sombrero de cardenal? Ambos frailes santos emergen de manera diferente en la arte Franciscana, pero tienen mucho en común. Ambos han sido reconocidos como Doctores de la Iglesia, es decir, maestros excepcionales y extraordinarios de nuestra fe Católica.
Como maestros, estos dos frailes no sólo fueron teólogos bien formados sino también los más grandes predicadores, predicadores del Evangelio. Para ayudar a sus otros hermanos en la predicación, ambos escribieron comentarios sobre las Escrituras y ambos proporcionaron bosquejos o esquemas posibles para la predicación todos los domingos del año. Para ellos, predicar (y testificar) el Evangelio está en el corazón de la vida Cristiana.
San Antonio es conocido como el Doctor Evangélico. La noción de “evangélico” se refiere al “evangelio”. Su primer amor era el Evangelio, por lo que en sus primeras imágenes se le presenta el Libro de los Evangelios. Sin embargo, muy rápidamente los artistas comenzaron a representarlo con el Niño Jesús de pie sobre el Libro abierto de los Evangelios. Para San Antonio, el mensaje del Evangelio se trata de la humildad de nuestro Dios: fue humillado en el vientre de la Virgen, necesitado en el pesebre de las ovejas y sin hogar en el madero de la cruz.
Implacablemente audaz, San Antonio predicó sin resistencia en la plaza pública contra el orgullo de los poderosos, causa fundamental de la herejía y la injusticia. Estaba convencido de que nada humilla tanto al pecador orgulloso como la humildad de la humanidad de Cristo.
San Buenaventura es conocido como el Doctor Seráfico. La noción de "seráfico" expresa su ardiente amor por Dios como se encuentra entre los Serafines del coro más alto de los ángeles. Esto manifiesta principalmente su amor por la triple Palabra de Dios: la Palabra Increada en la profundidad del misterio de la propia vida trinitaria interior de Dios, la Palabra Encarnada nacida de María y la Palabra Inspirada soplada en nuestros corazones por el Espíritu Santo, quien, cada vez más profundamente, nos transforma a la imagen de Dios.
Como Ministro General de la Orden, San Buenaventura predicó por todo Europa, pero muy especialmente a los propios frailes. Los llamó a ser “un espejo de santidad”. Predicó no sólo desde el Libro de las Escrituras, sino también desde el Libro de la Creación “porque la Palabra Divina está en cada criatura y por eso todas las criaturas hablan de Dios”.
Ambos frailes-predicadores y Doctores de la Iglesia estuvieron unidos en el mensaje central del Evangelio sobre el amor encarnado y crucificado de Cristo: Nuestro Mediador que primero se entregó a la humanidad en su Nacimiento y luego se ofreció totalmente a Dios en favor de la humanidad.