¿Dulce o agrio? ¿Temprano o tarde? ¿Grande o pequeño? Estas fueron algunas de las preguntas con las que estaba lidiando el Comité de Árboles de Mt. St. Francis (o debería decir “con las manzanas”) al elegir los tipos de manzanos que iban a plantar en 2022. Las manzanas, el principal ingrediente de las empanadas que constituyen un símbolo icónico para los ciudadanos de esta tierra, han sido una característica del Monte desde que los frailes lo establecieron hace más de cien años. Así, se decidió que los esfuerzos de renovación y ampliación del antiguo huerto debían incluir una variedad de manzanas sostenibles y de fácil mantenimiento.
En abril, en el antiguo remanente del huerto, que incluía solo dos grandes árboles abuelos supervivientes, se plantaron 9 árboles jóvenes de 8 especies tradicionales de manzanas. Incluían variedades como Northern Spy, Ashmead's Kernel, Esopus Spitzenburg, Liberty y Starkey. Todas las manzanas representaban flores tempranas y tardías, de sabor dulce y ácido, y tonos de rojo y verde. Fueron elegidos no sólo por su sabor y utilidad en la cocina sino también por su capacidad para ayudarse mutuamente en los ciclos de polinización de la primavera.
En los próximos años, los árboles grandes serán podados gradualmente y los pequeños deberán ser cuidados con mucho cariño. Se han añadido pequeñas vallas protectoras para protegerlos de los ciervos y otros bichos a los que también les encanta comerse los pequeños manzanos. También se seguirá un ciclo de riego durante las épocas secas previstas del verano.
Un huerto de manzanos es un símbolo de esperanza y abundancia. Plantamos hoy para que en los años venideros las generaciones futuras (incluidos los ciervos) puedan disfrutar de una cosecha abundante de felicidad.